Artículo liberado del «Número 2 de PARA LA VOZ: El materialismo militante de Lenin e Iliénkov». Puede adquirirse el número en físico escribiendo a contacto@paralavoz.com
Introducción
El pensamiento de Lenin confluye por lo que a simple vista se presenta como un laberinto de transiciones sociales, que, si no se analiza con el detenimiento suficiente, conduce a escollos militantes y a verdaderos quebraderos de cabeza.El laberinto, en realidad, continuó mucho tiempo después de la muerte de Lenin, aunque, lamentablemente, sin la agudeza de su criterio. Piénsese, por ejemplo en la transición de la NEP al socialismo de Stalin, a la transición al socialismo democrático de todo el pueblo (que, en opinión de Jrushchov, pronto conduciría al comunismo), en la transición al socialismo de rostro humano, liderada por Gorbachov, y en otras tantas transiciones de menor entidad. La investigación histórica de la URSS, por tanto, por lo que respecta a su evolución global, obedece a la necesidad de explicar sus transiciones sociales en sus términos más fundamentales. 1 Es por ello que Lenin siempre consideró que «la tarea más difícil en las transiciones y cambios bruscos de la vida social es la de tener en cuenta la peculiaridad de cada transición».V. I. Lenin, Доклад о работе ВЦИК и Совнаркома на первой сессии ВЦИК VII созыва [Informe sobre el trabajo del VTsIK y del Sovnarkom en la primera sesión del VII Congreso del VTsIK], Moscú: Politizdat (1974) (en Wikisource), 28. 2 Con lo cual queda claro por qué invirtió tanto trabajo en esclarecer los tránsitos que median entre los distintos estadios de desarrollo de la sociedad rusa. Como lo prueba el hecho de que antes de abordar los tránsitos correspondientes al socialismo y el comunismo, Lenin ya hubiera dedicado grandes esfuerzos a investigar las transiciones bajo el zarismo: el régimen autocrático y la servidumbre, el desarrollo capitalista y el imperialismo. No obstante, a continuación se examinan exclusivamente sus reflexiones sobre procesos que podrían arrojar luz acerca de la naturaleza del socialismo y de la Unión Soviética; esto es, las transiciones entre: (1) la llamada democracia revolucionaria de Kérenski (07.1917-11.1917), (2) el socialismo de guerra (1918-1921), (3) la república soviética con «embriones de socialismo» (en la que el propio Lenin falleció), (4) la república socialista (fase inferior del comunismo) y (5) el comunismo (en tanto que fase superior).
A decir verdad, las ideas de socialismo y de comunismo están presentes en todo el proyecto revolucionario de Lenin, aunque él las desarrolló muy especialmente a partir de 1917, en particular, en las obras a las que me remito, cuya lectura directa es ampliamente aconsejable.
Asimismo, si, con lo que respecta a cualquier autor de pensamiento vivo, debemos tener en cuenta la evolución de sus ideas a lo largo de los años, entonces necesitamos ser especialmente precavidos ante «la velocidad de rayo y la exactitud de las reacciones de Lenin a los acontecimientos».É. V. Iliénkov, Могучий союзник в борьбе за коммунизм [Un poderoso aliado en la lucha por el comunismo], Moscú: Cultura Soviética, agosto de 1960. 3 Por lo tanto, al presentar su idea de socialismo me he querido enfocar en sus rasgos más esenciales y estables, e incluso estos, como revelará la lectura atenta de este artículo, no permanecen del todo inalterables en su obra.
I. La democracia revolucionaria de Kérenski
LeninV. I. Lenin, La catástrofe que nos amenaza y cómo combatirla, Moscú: Editorial Progreso (1961), escrito en septiembre de 1917. 4 califica de «revolución podrida», carente de determinación y audacia, a la transformación política y económica que se erige bajo el gobierno provisional de Kérenski (07.1917-11.1917), cuyo proyecto burgués prescinde de las más elementales políticas socialistas.
Para remediarlo, Lenin propone de forma reiterada y persistente: «Control, vigilancia, contabilidad». Y para lograr esta meta describe una serie de reformas: (1) la fusión y nacionalización bancaria, (2) la nacionalización de los principales monopolios, (3) la abolición del secreto comercial, (4) la agrupación obligatoria de los capitalistas y (5) la organización obligatoria de la población en cooperativas de consumo. Es preciso advertir que ninguna de estas medidas es, en sentido estricto, socialista. No solo porque de hecho perpetúen la existencia de la clase capitalista, sino porque incluso ni la confiscación ni la nacionalización son propiamente socialistas, a diferencia de la socialización (control y administración obrera), que Lenin considera el verdadero fundamento del socialismo y que, por razones argumentativas, debemos definir más adelante.
Por lo tanto, en su crítica a Kérenski, Lenin no propugna instaurar directamente el socialismo, sino que las anteriores propuestas políticas y económicas tan solo están dirigidas a fortalecer el capitalismo de Estado; y la razón de ello es que: «el capitalismo monopolista de Estado es la preparación material más completa para el socialismo, su antesala, un peldaño de la escalera histórica entre el cual y el peldaño llamado socialismo no hay ningún peldaño intermedio». En consecuencia, en el contexto de ausencia o debilidad del capitalismo de Estado, debido a que «el socialismo no es más que el monopolio capitalista de Estado puesto al servido de todo el pueblo», toda política orientada a fortalecer el capitalismo de Estado es en el fondo «¡un paso, pasos hacia el socialismo!».
Ahora bien, el capitalismo de Estado se podría orientar «en interés de los terratenientes y los capitalistas», en cuyo caso tendríamos «un Estado burocrático-reaccionario, es decir, una república imperialista». Y, en sentido contrario, si el Estado es «verdaderamente democrático-revolucionario» (algo que desde luego no ocurría con el Gobierno de Kérenski), estas mismas medidas, ineludiblemente, «¡son ya medidas socialistas!».
En término, la democracia revolucionaria de Kérenski no constituye una forma de socialismo y, peor aún, ni siquiera se sitúa en el estadio anterior al socialismo: el capitalismo de Estado.
II. El socialismo de guerra (1918-1921)
Lenin define sin ambages el socialismo de guerra: La guerra acelera «extraordinariamente la transformación del capitalismo monopolista en capitalismo monopolista de Estado»V. I. Lenin, La catástrofe que nos amenaza y cómo combatirla, 24. 5 y, por consiguiente, el llamado socialismo de guerra «no es, en realidad, más que un capitalismo monopolista de Estado en tiempo de guerra, o, dicho en términos más sencillos y más claros, un presidio militar para los obreros y un régimen de protección militar para las ganancias de los capitalistas».Ibid., 23.6 De ahí su tesis de que la «guerra imperialista», al exacerbar el socialismo de guerra, «pone […] a la humanidad extraordinariamente cerca del socialismo […] es la víspera de la revolución socialista».
Así pues, el socialismo de guerra tampoco es socialismo en sentido propio, aunque, al conducir al capitalismo de Estado, sitúa a la sociedad en el estadio previo al socialismo.
III. La república soviética con «embriones de socialismo»
1. Capitalismo y socialismo
En paralelo al Estado burgués de Kérenski, creció y maduró otro poder político: los consejos (o sóvietsLa palabra ‘sóviet’ es una palabra española de procedencia inglesa ( soviet /sóviet/) que, a su vez, proviene de la palabra rusa сове́т /saviét/. La palabra rusa совет comparte los mismos significados que la española ‘consejo’ (una recomendación, un órgano colegiado de una organización, una forma popular de organización política), por lo tanto, la utilización de la palabra ‘consejo’ es completamente válida. 7).La organización de los consejos «abarca a todos los obreros de todas las industrias, y también a todos los soldados y a todos los trabajadores y pobres del campo» en la tarea de destruir el poder estatal burgués y transformarse en organizaciones de un nuevo tipo de Estado: «Decir a los Consejos que luchen, pero que no tomen todo el poder en sus manos, que no se transformen en organizaciones estatales, equivale a predicar la colaboración de las clases y la “paz social”entre el proletariado y la burguesía». V. I. Lenin, La revolución proletaria y el renegado Kautsky, Madrid: Fundación Federico Engels (2007), escrito entre octubre y noviembre de 1918, 46. 8 En determinado punto de desarrollo de este doble poder político, Lenin, en calidad de dirigente de los bolcheviques, organiza a los trabajadores para la súbita y exitosa toma del poder estatal: «Solo la organización soviética del Estado puede en realidad demoler de golpe y destruir definitivamente el viejo aparato [estatal], es decir, el aparato burocrático y judicial burgués» (la cursiva es mía).V. I. Lenin, Tesis e informe sobre la democracia burguesa y la dictadura del proletariado, Moscú: Editorial Progreso (s.f.) (en Marxists Internet Archive), presentado el 4 de marzo de 1919, 8. 9
Sin embargo, el primer acto (o «golpe») de la revolución no es suficiente para acabar de una vez y por todas con todo lo caduco de la sociedad atravesada por el antagonismo social. Para comprender la nueva situación, Lenin recurre a la «dialéctica materialista»«[…] материалистическую диалектику, учение о развитии, рассматривая коммунизм как нечто развивающееся из капитализма», V. I. Lenin, El Estado y la Revolución, escrito durante meses anteriores a la revolución de octubre de 1917. 10 de Marx y Engels; y es particularmente ilustrativo que Lenin cite directamente la Crítica del Programa de Gotha (1875), escrito en por Marx, que dice así:
“De lo que aquí se trata” (en el examen del programa de partido obrero) “no es de una sociedad comunista que se ha desarrollado sobre su propia base, sino de una que acaba de salir precisamente de la sociedad capitalista y que, por tanto presenta todavía en todos sus aspectos, en el económico, en el moral y en el intelectual, el sello de la vieja sociedad de cuya entraña procede”.
Y Lenin reincide sobre esta idea insistentemente, parafraseándola repetidas veces: el comunismo «se origina desde capitalismo, históricamente se desarrolla del capitalismo, consiste en el resultado de la acción de una fuerza social engendrada por el capitalismo», por eso, «obligatoriamente, es históricamente indudable que debe haber un estadio particular o particular etapa de transición del capitalismo al comunismo»«На основании того, что он происходит из капитализма, исторически развивается из капитализма, является результатом действий такой общественной силы, которая рождена капитализмом […] обстоятельство, что исторически несомненно должна быть особая стадия или особый этап перехода от капитализма к коммунизму», ídem. 11, esto es, para barrer con los «escombros de lo viejo», se requiere de un tipo de transición social que «abarca períodos de diez años e incluso más» (la cursiva es mía)V. I. Lenin, Las tareas inmediatas del poder soviético, Moscú: Progreso (1973) (en Marxists Internet Archive), escritas en marzo de 1918, 16. 12.
Como consecuencia de los escombros pequeñoburguesesLa pequeña burguesía está constituida en esencia por propietarios de poco capital o tierra (tal vez sería más exacto referirnos a estos últimos y sus peculiaridades como pequeños terratenientes), aunque las rentas que reciben por su propiedad resulta insuficiente como para abandonar las tareas del trabajo. 13 y capitalistas que lastran el proyecto revolucionario soviético, la clase obrera enfrenta dos profundas contradicciones que se manifiestan precisamente tras su triunfante revolución socialista.
A. El socialismo capitalista
En primer lugar, en el contexto analizado por Lenin, el proletariado (y su alianza de clases) es incapaz de alcanzar el socialismo, pues no existe siquiera un capitalismo de Estado generalizado («la antesala del socialismo»), sino que predomina «el elemento pequeñoburgués» («la enorme mayoría de los agricultores son pequeños productores de mercancías»).V. I. Lenin, Acerca del infantilismo «izquierdista» y del espíritu pequeñoburgués, Madrid: Akal, escrito en mayo de 1918, 11. 14 Por eso Lenin entiende que la «República Socialista Soviética» no es realmente socialista, sino que sencillamente «presupone la decisión del poder soviético de realizar la transición al socialismo, y de ningún modo [implica] que el nuevo sistema económico pueda considerarse socialista».Ibid., 10.15 De forma retórica, lo expresa del siguiente modo: «¿No está claro que desde el punto de vista material, económico y productivo, todavía no hemos llegado a la “antesala del socialismo”?».Ibid., 15.16
B. La política soviética burguesa
En segundo lugar, tras haber destruido el Estado burgués de forma abrupta, el nuevo poder requiere de la implementación de nuevas normas jurídicas para establecer salarios y otras medidas económicas que tratan como iguales a personas distintas («“derecho burgués”, el cual sigue imperando, por cuanto los productos son distribuidos “según el trabajo”»)«Aquí –dice Marx– nos hallamos, efectivamente, ante un “derecho igual”, pero es todavía “un derecho burgués”, que, como todo derecho, presupone la desigualdad. Todo derecho significa la aplicación de un rasero igual a hombres distintos, que en realidad no son idénticos, no son iguales entre sí; por tanto, el “derecho igual” constituye una infracción de la igualdad y una injusticia […]. Sin embargo, los hombres no son iguales […]. Para evitar todos estos inconvenientes, el derecho no tendría que ser igual, sino desigual», V. I. Lenin, El Estado y la Revolución, Madrid: Fundación Federico Engels (1997), 113 y 14. 17 y, consiguientemente, de un Estado del mismo tipo («Estado burgués, pues el derecho no es nada sin un aparato capaz de obligar a respetar las normas de derecho») que imponga dicho derecho burgués, a saber, la forma dominante de producción ideológica de la formación social capitalista. Es más, no solamente en la república soviética (de aspiraciones socialistas), sino que incluso, bajo la primera fase del «comunismo no solo subsiste durante cierto tiempo el derecho burgués, sino que subsiste incluso el Estado burgués ¡sin burguesía!».«Выходит, что не только при коммунизме остается в течение известного времени буржуазное право, но даже и буржуазное государство – без буржуазии!», V. I. Lenin, El Estado y la Revolución. 18
2. El elemento socialista
En apariencia, la revolución ha retornado al punto de salida: Estado y derecho burgués y modo de producción capitalista (entremezclado, al parecer, con otros modos de producción que no son el comunista). Pero, si observamos las cosas más de cerca, comprobaremos que el primer acto de la revolución ha abierto las puertas a una nueva senda que podrá recorrer en lo sucesivo la república de tipo soviético: la «transición del capitalismo al socialismo».
Pero, exactamente, «¿qué significa la palabra “transición”? En lo que atañe a la economía, ¿no significa acaso que el sistema actual contiene elementos, partículas, fragmentos, tanto de capitalismo como de socialismo?».V. I. Lenin, Acerca del infantilismo «izquierdista» y del espíritu pequeñoburgués, 10. 19 Lenin responde afirmativamente y, consecuentemente, se propone dilucidar «la clave de la cuestión», a saber, «qué elementos [“entrelazados”] realmente constituyen los diferentes modelos socioeconómicos que existen en Rusia en el momento actual»Lenin utiliza aquí la expresión «общественно-экономический уклад», que literalmente significa ‘modelo’ o ‘modo’ ‘social-económico’. Y ordena los 5 ‘modelos’ del menos al más próximo al comunismo. Adviértase que Lenin en ningún caso se refiere a estos elementos como способ производства, que es la traducción en ruso de ‘modo de producción’. 20: «(1) patriarcal, es decir, en grado considerable una economía campesina natural [de un alto grado de autosuficiencia]; (2) pequeña producción mercantil (aquí figuran la mayoría de los campesinos que venden el cereal); (3) capitalismo privado; (4) capitalismo de Estado; (5) socialismo».Ídem.21
En resumen, en Rusia, de acuerdo al análisis de Lenin, predomina (2) «el elemento pequeñoburgués», aunque posea (4) una «envoltura exterior del capitalismo de Estado». Y la «lucha fundamental» no es todavía entre (4) capitalismo de Estado («la antesala del socialismo») y (5) el propio socialismo, sino entre «[2] la pequeña burguesíaYa desde 1905, Lenin considera que la lucha del campesinado es, en esencia, «un movimiento democrático burgués» (no «socialista»), ya que los campesinos rusos combatían las «relaciones de servidumbre, precapitalistas», pero no «las bases del régimen burgués […] la economía mercantil […] el capital», V. I. Lenin, Socialismo pequeñoburgués y socialismo proletario (en Marxists Internet Archive), publicado en 1905. 22 más [3] el capitalismo privado, que luchan tanto contra [4] el capitalismo de Estado como contra [5] el socialismo».V. I. Lenin, Acerca del infantilismo «izquierdista» y del espíritu pequeñoburgués, 11. 23 Por esta razón, al valorar la enorme implantación de «la pequeña producción mercantil», Lenin concluye y declara una y otra vez que, «económicamente, el capitalismo de Estado es incomparablemente superior a nuestro sistema económico actual», por eso, «el capitalismo de Estado sería un gigantesco paso adelante» «que nos llevará al socialismo por el camino más seguro» (Lenin incluso apremia a los socialistas soviéticos a «estudiar el capitalismo de Estado de los alemanes» para «imitarlo»).
Pero, a decir verdad, ya antes de la revolución soviética existían los primeros cuatro elementos (1-4) en la sociedad rusa. Por eso, para evaluar la diferencia específica de la nueva transición debemos estudiar con la mayor atención el quinto de sus elementos: «el socialismo». El incipiente «elemento socialista» consiste, de acuerdo a Lenin,Ibid., 12.24 en «el paso efectivo del poder a los obreros» («El poder estatal se encuentra en manos de los obreros») y, consiguientemente, en la «posibilidad legal» de que los obreros tomen el producto social; aunque el propio Lenin advierte de los estrechos límites que por aquel entonces padecía el elemento socialista, ya que «[2] el elemento de pequeños propietarios y [3] el capitalismo privado socavan por muchos medios esta posición legal».
De este modo podemos entender que el elemento socialista es por esencia político (estatal), y puede ser expresado por la «fórmula breve, tajante, precisa y brillante» de Marx: «dictadura del proletariado».V. I. Lenin, Las tareas inmediatas del poder soviético, 12. «El proletariado, al derrocar a la burguesía y conquistar el Poder político, se ha convertido en la clase dominante: tiene en sus manos el Poder del Estado, dispone de los medios de producción ya socializados, dirige a los elementos y las clases vacilantes, intermedios, aplasta la resistencia de los explotadores, que se manifiesta con energía creciente. Todas éstas son las tareas especiales de la lucha de clases, tareas que antes el proletariado no se las había planteado ni podía planteárselas», V. I. Lenin, La economía y la política de la dictadura del proletariado, en Biblioteca de Textos Marxistas (2000), escrito en noviembre de 1919, 8. 25 De este modo, Lenin define «el Poder soviético» como:
la forma de organización de la dictadura del proletariado, de la dictadura de la clase de vanguardia, que eleva a una nueva democracia y a la participación efectiva en el gobierno del Estado a decenas y decenas de millones de trabajadores y explotados.
Y este «nuevo tipo de Estado, el Estado soviético» («que abre ante las masas trabajadoras y oprimidas la posibilidad de participar activamente en la construcción independiente de la nueva sociedad»V. I. Lenin, Las tareas inmediatas del poder soviético, 2. Por ello, Lenin puede reconocer ya en sus Tesis acerca de la Asamblea Constituyente (26.12.1917) que «la República de los Consejos es una forma de democracia superior a la república burguesa ordinaria», citado por el propio Lenin en La revolución proletaria y el renegado Kautsky, 50. 26) no es más que la resolución de «una pequeña parte de un problema difícil».V. I. Lenin, Las tareas inmediatas del poder soviético, 2. 27 Por lo tanto, reconoce que la política socialista es el primer paso de la transición del capitalismo al socialismo («los consejos son la forma superior de democracia, más aún, el comienzo de la forma socialista de democracia»Ibid., 14.28), y que surge necesariamente cuando aún son preponderantes las fuerzas económicas adversas al socialismo.
Como se adelantaba antes, el derecho que emana del Estado soviético es en el fondo burgués («la aplicación de un rasero igual a hombres distintos»); aunque, al mismo tiempo, el proletariado domina sobre él por medio de su dictadura política y, por esta misma razón, el derecho burgués es en cierto sentido anulado por el elemento socialista: «El “derecho burgués” reconoce la propiedad privada de los individuos sobre los medios de producción. El socialismo los convierte en propiedad común. En este sentido –y solo en este sentido– desaparece el “derecho burgués”».V. I. Lenin, El Estado y la Revolución, 115. 29 A propósito, el investigador que no tema enfrentarse a las contradicciones observará que este entrelazamiento de los contenidos capitalista y socialista del derecho burgués es, en general, sumamente representativo del resto de contenidos materiales y formas de producción ideológica de la formación social de tipo soviético.
3. La preparación de la transición al socialismo
Si, de nuevo, dirigimos nuestra atención sobre el elemento socialista de la república soviética (la dictadura del proletariado), comprobaremos que Lenin debió resolver una cuestión de la máxima importancia histórica: ¿qué hacer para consolidar y fortalecer el elemento socialista en detrimento de los elementos no socialistas?, o, expresado de otro modo, ¿cómo lograr que las masas trabajadoras se vinculen con dicho elemento en su propio provecho?
Lo fundamental, para Lenin, es que: «La revolución del 25.10.1917 (o 7.11.1917) en Rusia ha aplicado la dictadura del proletariado, que, con el apoyo del campesinado más pobre o del semiproletariado, comienza a construir las bases de una sociedad comunista» (la cursiva es mía).V. I. Lenin, Проект программы РКП(б) [Proyecto del programa del RKP(b)], Moscú: Politizdat (1974), publicado en febrero de 1919, 2. 30 Es decir, para comprender los objetivos inmediatos de la revolución socialista de 1917, es preciso reconocer que entre ellos no se encuentra alcanzar el socialismo (tanto menos el comunismo), sino únicamente sentar sus «bases» políticas (dictadura proletaria contra la reacción) y económicas (en lo fundamental, capitalismo de Estado). No se trata todavía del tránsito al socialismo, sino más bien de la preparación para dicho tránsito.
A. La política soviética
La dictadura del proletariado (el elemento socialista de la república soviética) básicamente consiste en «la conquista por el proletariado del poder político que le permita aplastar toda resistencia».V. I. Lenin, Proyecto del programa del RKP(b), 6. O, Lenin citando a Engels: «para someter a sus adversarios», V. I. Lenin, El Estado y la Revolución, 86. 31 Semejante poder estatal debe ser liderado por el «proletariado», debido a que este es:
[el] único capaz (cuando es bastante numeroso, consciente y disciplinado) de atraer a la mayoría de los trabajadores y explotados (a la mayoría de los pobres, empleando un término más sencillo y popular) y de conservar el Poder en sus manos el tiempo suficiente para aplastar por completo a todos los explotadores.V. I. Lenin, Las tareas inmediatas del poder soviético, 12. 32
En palabras de Lenin, para la «coerción» a la reacción que se contrapone al proceso revolucionario, «debemos admitir la necesidad del Estado» que permitirá «pasar del capitalismo al socialismo».V. I. Lenin, Las tareas inmediatas del poder soviético, 14. 33 Aunque no se trata de un Estado corriente, ya que los trabajadores y sus aliados representan «la mayoría de los explotados» y, por tanto, su dictadura (estatal) se diferencia de las anteriores en tanto que son ellos quienes ejercen métodos coercitivos y represivos contra «una minoría de explotadores» y no ocurre al revés.V. I. Lenin, El Estado y la Revolución, 111. 34
B. La economía soviética
De un modo u otro, tras la revolución, Lenin define dos clases diferenciables de objetivos económicos (que en esencia están vinculados): (1) obtener las condiciones básicas que permitan un rápido aumento de la productividad y (2) alcanzar el modelo de producción socialista. Es por ello que fija como objetivo primordial (1) el aumento de la productividad, que crearía la «posibilidad material» de (2) «sustituir las relaciones industriales capitalistas por relaciones comunistas, es decir, por la revolución social, que representa el objetivo final de toda la actividad del partido comunista internacional».V. I. Lenin, Proyecto del programa del RKP(b), 5 y 6. 35
El punto del que parte Lenin es que en «un país atrasado» «no es posible construir el socialismo»,V. I. Lenin, El Estado y la Revolución, 17. 36 por eso, con la crudeza que le caracteriza, reconoce que «nuestra labor de transformación socialista se ha retrasado de un modo extraordinario».Ibid., 6.37 Aunque, a su juicio,V. I. Lenin, Las tareas inmediatas del poder soviético, 5. 38 el retraso económico característico de la Rusia posrevolucionaria podía resolverse asegurando las condiciones más elementales para lograr una «productividad del trabajo superior», siempre y cuando toda mejora en la producción se vincule a los «métodos propios, más concretamente» a los «métodos soviéticos» (que contienen el elemento político socialista). Y para ello propone dos líneas de acción que se retroalimentan:
Por un lado, se debe asegurar «la base material de la gran industria». En este sentido, propone algunas medidas concretas: «Nacionalización de los bancos, del monopolio del comercio exterior, del control del Estado sobre la circulación fiduciaria, del establecimiento de un impuesto sobre los bienes y los ingresos aceptable desde el punto de vista proletario, de la implantación del trabajo obligatorio»V. I. Lenin, Las tareas inmediatas del poder soviético, 6. 39 y, asimismo, «el trabajo general obligatorio, implantado, reglamentado y dirigido por los consejos de diputados obreros, soldados y campesinos, [que] no sería todavía el socialismo, pero ya no sería el capitalismo» y por eso «representaría un paso gigantesco hacia el socialismo».V. I. Lenin, La catástrofe que nos amenaza y cómo combatirla, 25. 40 Estas medidas –que, en su mayor parte, ya había propuesto en tiempos de la democracia revolucionaria de KérenskiIbid., 6.41– son, como ya se ha señalado, medidas dirigidas a fortalecer el capitalismo de Estado y que, de igual modo, contienen un elemento socialista. Lenin no deja lugar a dudas cuando expresa que: «comparado con el actual estado de cosas en nuestra República Soviética, el capitalismo de Estado sería un paso adelante. Si dentro de seis meses aproximadamente se implantara el capitalismo de Estado en nuestra República, sería un éxito enorme y la más segura garantía».V. I. Lenin, Acerca del infantilismo «izquierdista» y del espíritu pequeñoburgués, 10. 42
Por otro lado, Lenin enfatiza el aspecto cultural de esta cuestión: «la elevación del nivel cultural y de instrucción de las grandes masas de la población» permitirá el consiguiente auge de la industria.V. I. Lenin, Las tareas inmediatas del poder soviético, 9. 43 Esto es, «el socialismo sería imposible si no aprendiese a utilizar esa técnica, esa cultura, ese aparato que ha creado la cultura de la burguesía, la cultura del capitalismo» (la cursiva es mía).V. I. Lenin, Informe sobre el trabajo del VTsIK y del Sovnarkom, 25. 44 El fomento de la industria y la cultura constituyen, por tanto, dos aspectos del mismo objetivo: la preparación para el tránsito al socialismo.«El Poder soviético solo puede asegurar el paso de Rusia al socialismo en el caso de que cumpla prácticamente estas tareas», V. I. Lenin, Las tareas inmediatas del poder soviético, 3. 45 Pese a ello, en la república soviética «estamos tan solo en el comienzo de la transición al socialismo, sin haber realizado todavía las medidas decisivas en este sentido».Ibid., 3.46
4. El fundamento del tránsito al socialismo
Lenin distingue muy claramente tres momentos de la revolución: (1) La expropiación, confiscación y coerción («Hay momentos históricos en que lo más importante para asegurar el éxito de la revolución consiste en acumular la mayor cantidad posible de escombros, es decir, hacer saltar el mayor número de instituciones caducas»);Ibid., 16. Por eso, «con un solo golpe revolucionario, se ha hecho todo cuanto puede»: abolir la propiedad de la tierra, expropiar a terratenientes y capitalistas, etc., V. I. Lenin, La economía y la política de la dictadura del proletariado, 2. 47 (2) la preparación para el tránsito al socialismo («hay momentos en que […] se plantea al orden del día […] limpiar el terreno de escombros»); y (3) el propio tránsito al socialismo («hay momentos en que lo más importante es cuidar con solicitud los embriones de lo nuevo»).V. I. Lenin, Las tareas inmediatas del poder soviético, 16. Lenin utiliza el término зародыш, que se traduce como ‘embrión’ o, en menor medida, ‘germen’. Y también se refiere a esta cuestión con la siguiente metáfora arquitectónica: «edificar piedra a piedra los sólidos cimientos de la sociedad socialista» (la cursiva es mía), V. I. Lenin, Las tareas principales de nuestros días, Moscú: Editorial Progreso (1981) (en Marxists Internet Archive), escrito en marzo de 1918, 2. 48
Sobre la base de la república soviética (dictadura del proletariado), y satisfechas ciertas condiciones industriales y culturales básicas, es al fin posible (3) el tránsito al socialismo: «el tránsito de la confiscación (para realizar la cual se requiere sobre todo decisión del político [en el plano estatal]) a la socialización (para realizar la cual se requiere del revolucionario otra cualidad)».«[…] от конфискаций (при проведении коих главным качеством политика является решительность) к обобществлению (для проведения коего требуется от революционера иное качество)» V. I. Lenin, О «Левом» ребячестве и о мелкобуржуазности [Acerca del infantilismo «izquierdista» y del espíritu pequeñoburgués], Moscú: Prigoy (1918). 49 A saber, mientras que la confiscación consiste en la mera apropiación por parte del Estado de determinados medios de producción (en especial, de capital y tierra), la socialización exige de «la capacidad de calcular y distribuir correctamente» por parte de las masas trabajadoras, es decir, «sin esta capacidad no se puede socializar».V. I. Lenin, Acerca del infantilismo «izquierdista» y del espíritu pequeñoburgués, 9. Además, «para el socialismo no basta con aniquilar, terminar, etc.», ídem. 50
Expresado de otro modo, la revolución contiene un aspecto de negatividad: el «mérito histórico» de la república soviética consiste en «confiscar, al aniquilar a la burguesía».Ibid., 9.51 Pero, una vez «la tarea de aplastar la resistencia de los explotadores ha sido resuelta»,V. I. Lenin, Las tareas inmediatas del poder soviético, 2. 52 el socialismo requiere, asimismo, de un aspecto positivo o creador: «el punto más importante y difícil de la revolución socialista, en la tarea de organización», consiste en «el trabajo positivo o constructivo de formación de una red extraordinariamente compleja y delicada de nuevas relaciones de organización, que abarquen la producción y distribución planificada».Ibid., 2.53 En otros términos, una vez el Estado ha confiscado y nacionalizado los medios de producción social, la «dificultad principal […] en la esfera económica» consiste en «socializar la producción de hecho» (la cursiva es mía), no solo de iure.«Главная трудность лежит в экономической области: осуществить строжайший и повсеместный учет и контроль производства и распределения продуктов, повысить производительность труда, обобществить производство на деле» (la cursiva es mía), V. I. Lenin, Las tareas inmediatas del poder soviético. 54
Pero Lenin no solamente anuncia la necesidad abstracta del aspecto positivo de la revolución (la socialización), sino que formula de manera concreta cómo organizarlo y alcanzarlo. En una palabra, la clave de la socialización consiste en que los obreros deben «controlar» y «computar». Nada más. Desde luego, puede parecer que su propuesta peque de prosaica o desapasionada, pero en adelante mostraremos lo radicalmente transformadora que en realidad resulta.
Marx escribió en el primer tomo de El Capital que «el principio fundamental» de la «forma superior de sociedad» «es el desarrollo pleno y libre de todos los individuos». Y Lenin, consciente de que el individuo es una expresión de la sociedad, y que la sociedad solo existe a través de los individuos y sus relaciones, concreta esta tesis en su formulación de que el individuo, para alcanzar su desarrollo pleno y libre, debe emprender el camino de «socializar la producción de hecho», es decir, el camino que conduce a que los trabajadores se produzcan y reproduzcan a sí mismos del modo más completo en función de las fuerzas sociales de producción disponibles en cada estadio histórico de desarrollo. Y, para alcanzar dicha socialización, los obreros, como «primer paso» necesario, deben realizar un «control obrero» efectivo de la producción y, una vez asegurado dicho control, pueden avanzar hasta «el segundo paso en el camino hacia el socialismo, es decir, pasar a la administración de la producción por los obreros».V. I. Lenin, Las tareas inmediatas del poder soviético, 8. 55
Asimismo, de nuevo, Lenin incide en el aspecto ideal de este mismo proceso de socialización, que no es otro que la «cultura proletaria», que se asienta sobre una contradicción característicamente socialista: la «educación […] que nos ha legado la vieja sociedad» es el único punto de apoyo sobre el cual erigir la educación llamada «a crear la sociedad comunista».V. I. Lenin, Tareas de las Organizaciones Juveniles: Discurso en la I Sesión del III Congreso de Juventudes Comunistas de Rusia, Moscú: Progreso (1975) (en Marxists Internet Archive), escrito en septiembre y octubre de 1920, 4. «Solo se puede crear esta cultura proletaria conociendo con precisión la cultura que ha creado la humanidad en todo su desarrollo y transformándola», ídem. 56 Y sin cumplir con esta tarea, es decir, sin crear una nueva educación, sencillamente no es posible «edificar» «el comunismo».«El comunismo podremos edificarlo únicamente con la suma de conocimientos, organizaciones e instituciones, con el acervo de medios y fuerzas humanas que hemos heredado de la vieja sociedad», ibid., 2.57
Recapitulemos, partiendo de la nacionalización general de los medios de producción por parte del Estado («está abolida la propiedad privada sobre los medios de producción»), debe realizarse el control y la administración de la producción social por los obreros («el Poder proletario del Estado»), que constituye el fundamento del socialismo, aquello cuyo desarrollo engendra y articula todo el conjunto de relaciones sociales propias de la formación social comunista. Y precisamente por este motivo Lenin afirma que «el trabajo está mancomunado en Rusia a la manera comunista» («en sus rasgos más básicos e importantes ya se ha aplicado» «la transición del “control obrero” a la “administración obrera”», específicamente, en «fábricas, plantas y ferrocarriles»), aunque reconociendo que, en realidad, apenas se trata de los «“primeros pasos” del comunismo».V. I. Lenin, La economía y la política de la dictadura del proletariado, 2. 58
Y esto se debe a que, en tiempos de Lenin, el primer paso de la socialización («el control obrero») casi se reducía a un fenómeno jurídico: «El control obrero está implantado entre nosotros como una ley, pero en la práctica cotidiana y aun en la conciencia de las amplias masas proletarias no hace más que empezar a penetrar».V. I. Lenin, Las tareas inmediatas del poder soviético, 7. 59 Pero, como ya hemos mencionado, Lenin es insistente en que debe superarse ese estado de cosas y «socializar la producción de hecho», no solamente de derecho.
Muy particularmente en un contexto (inexistente en vida de Lenin) en que el capitalismo de Estado constituye el modo dominante de producción social, el control obrero sirve como medición del «grado de democracia», y la producción «rebasa ya el marco de la sociedad burguesa, es el comienzo de su reestructuración socialista». Al haberse nacionalizado los medios de producción (capitalismo de Estado), el «objetivo» del partido comunista «es lograr que cada trabajador, después de “cumplir la tarea” de ocho horas de trabajo productivo, desempeñe de modo gratuito las funciones estatales».Ibid., 16.60 Porque mediante esta implementación de un control obrero real de la política y de la economía nacionalizada es posible alcanzar la situación (establecida solo en su forma más elemental en la república soviética que Lenin conoció) en la que, de una u otra manera, «todos intervienen realmente en la dirección del Estado», con lo cual «el capitalismo no podrá ya sostenerse»V. I. Lenin, El Estado y la Revolución, 121. Es decir, «la cantidad se transforma en calidad», ídem. 61 y el propio Estado –en tanto que instrumento de dominación de una clase por otra– empieza a ser efectivamente anulado.
Asimismo, Lenin es consciente de los numerosos riesgos que debe afrontar el proceso de socialización: «el burocratismo heredado del viejo Estado capitalista»,V. I. Lenin, Informe sobre el trabajo del VTsIK y del Sovnarkom, 27. «No hay nada más necio que transformar a los consejos en algo fosilizado y encerrado en sí mismo», V. I. Lenin, Las tareas inmediatas del poder soviético, 17. 62 «existe la tendencia pequeñoburguesa a convertir a los miembros de los consejos en “parlamentarios” o, de otro lado, en burócratas»,V. I. Lenin, Las tareas inmediatas del poder soviético, 16. «Hay que luchar contra esto, haciendo participar prácticamente a todos los miembros de los consejos en la gobernación del país», ídem. 63 «el no rendirse cuentas y la falta de control en el domino de la producción y distribución de los productos representa la muerte para los embriones del socialismo»,Ibid., 7 y 8.64 etc.
De todas maneras, conviene recordar que mientras Lenin vivía el elemento socialista era tan solo un «embrión», esto es, una relación social (de socialización, de control y administración por el proletariado), de facto, apenas incipiente. Él mismo era muy consciente de esta realidad al escribir, en noviembre de 1919, en términos generales, que una revolución socialista abre paso a la «lucha […] entre el capitalismo vencido, pero no aniquilado, y el comunismo ya nacido, pero muy débil aún»,V. I. Lenin, La economía y la política de la dictadura del proletariado, 1. 65 y, en lo que respecta a la situación real de la república soviética, menos de tres meses después, en febrero de 1920, reconocerá que «la tarea más difícil» es «cómo realizar en la práctica la transición del viejo, habitual y familiar para todos capitalismo al nuevo socialismo, que aún no ha nacido y no tiene una base estable […]. Esta transición llevará muchos años en el mejor de los casos».V. I. Lenin, Informe sobre el trabajo del VTsIK y del Sovnarkom, 29. 66
IV. La república socialista (fase inferior del comunismo)
Más arriba se han comentado los 5 «elementos» (o «modelos socioeconómicos»«Общественно-экономический уклад», que literalmente significa ‘modelo’ o ‘modo’ ‘social-económico’.67) de la economía rusa de acuerdo al pensamiento de Lenin. Los cuales, ciertamente, le permitieron ordenar dichos modelos socioeconómicos del más alejado al más próximo al comunismo: «(1) patriarcal […] (2) pequeña producción mercantil […] (3) capitalismo privado […] (4) capitalismo de Estado […] (5) socialismo». Pero adviértase que Lenin en ningún caso está definiendo los modos de producción de la sociedad rusa posrevolucionaria. Y esta cuestión no es baladí, puesto que, en rigor, por ejemplo, tanto (3) las distintas formas capital privado como (4) el capitalismo de Estado forman parte del mismo modo de producción social: el capitalista.
Por esta razón, en otras obras, Lenin aborda este problema de una manera mucho más precisa, al señalar, ahora sí, que en la Rusia soviética, abstrayendo sus especificidades coyunturales, tras la revolución socialista existen tres «formas básicas de la economía social», que son: «el capitalismo [dirigido por “la burguesía”], la pequeña producción mercantil [“la pequeña burguesía (particularmente los campesinos)”] y el comunismo [“el proletariado”]».V. I. Lenin, La economía y la política de la dictadura del proletariado, 2. No es necesario debatir aquí la identidad (o no), en esencia, entre el modo de producción capitalista y la pequeña producción mercantil. 68 Por lo tanto, «la dictadura del proletariado», tanto en Rusia como en sus contornos más universales, «representa la lucha que en sus primeros pasos sostiene el trabajo mancomunado al modo comunista –en escala única de un enorme Estado– contra la pequeña producción mercantil, contra el capitalismo que sigue subsistiendo y el que revive sobre la base de esta producción».Ibid., 2.69 Esta pugna entre el modo de producción capitalista (y la pequeña producción que lo precede y que él misma genera) contra el modo de producción comunista constituye, en definitiva, la esencia misma de la república socialista.
El tránsito de la formación social capitalista a la socialista consiste, por consiguiente, en el desarrollo de la forma comunista de producción: sobre la base de la nacionalización, los obreros deben «controlar», «computar» y «saber organizar de un modo práctico» con base en la «comuna».V. I. Lenin, Las tareas inmediatas del poder soviético, 2. «El Estado socialista puede surgir únicamente como una red de comunas de producción y consumo, que calculen concienzudamente su producción y consumo, economicen el trabajo, aumenten incesantemente la productividad del mismo y consigan con ello reducir la jornada de trabajo». Ibid., 8. 70 De este modo, «hacer participar prácticamente a toda la población pobre en la gobernación del país»Ibid., 16.71 consiste en la tarea fundamental «de la transformación socialista», y «después de resolverla (en sus aspectos principales y fundamentales) podrá decirse que Rusia se ha convertido no solo en República Soviética, sino también en República Socialista».Ibid., 3.72
En la república socialista, el Estado y el derecho burgués aún persisten puesto que, entre otros fenómenos políticos y jurídicos burgueses, el salario y su reglamentación legal perviven («la aplicación de un rasero igual a hombres distintos»V. I. Lenin, El Estado y la Revolución, 113 y 14. «Los medios de producción han dejado de ser ya propiedad privada de los individuos para pertenecer a toda la sociedad», y «cada miembro de ésta, al ejecutar una cierta parte del trabajo socialmente necesario, obtiene de la sociedad un certificado acreditativo de haber realizado tal o cual cantidad de trabajo. Por este certificado recibe de los almacenes sociales de artículos de consumo la cantidad correspondiente de productos. Deducida la cantidad de trabajo que pasa al fondo social, cada obrero recibe, pues, de la sociedad tanto como le entrega», ibid., 113. 73). Aunque «el paso a la democracia socialista» permiten «el comienzo de la extinción del Estado»,Ibid., 16.74 como ya se ha apuntado anteriormente.
V. El comunismo
Lenin concluyeV. I. Lenin, El Estado y la Revolución, 123. 75 que con el culmen del control y la administración obrera de la producción social: «La necesidad de observar las reglas nada complicadas y fundamentales de toda convivencia humana se convertirá muy pronto en una costumbre […]. Y entonces quedarán abiertas de par en par las puertas para pasar de la primera fase de la sociedad comunista a su fase superior y, a la vez, a la extinción completa del Estado». «El “estrecho horizonte del derecho burgués”, que obliga a calcular […] quedará entonces rebasado. La distribución de los productos no requerirá entonces que la sociedad regule la cantidad de ellos que reciba cada uno; todo hombre podrá tomar libremente lo que satisfaga a “sus necesidades”».
Notas:
- El laberinto, en realidad, continuó mucho tiempo después de la muerte de Lenin, aunque, lamentablemente, sin la agudeza de su criterio. Piénsese, por ejemplo en la transición de la NEP al socialismo de Stalin, a la transición al socialismo democrático de todo el pueblo (que, en opinión de Jrushchov, pronto conduciría al comunismo), en la transición al socialismo de rostro humano, liderada por Gorbachov, y en otras tantas transiciones de menor entidad. La investigación histórica de la URSS, por tanto, por lo que respecta a su evolución global, obedece a la necesidad de explicar sus transiciones sociales en sus términos más fundamentales.
- V. I. Lenin, Доклад о работе ВЦИК и Совнаркома на первой сессии ВЦИК VII созыва [Informe sobre el trabajo del VTsIK y del Sovnarkom en la primera sesión del VII Congreso del VTsIK], Moscú: Politizdat (1974) (en Wikisource), 28.
- É. V. Iliénkov, Могучий союзник в борьбе за коммунизм [Un poderoso aliado en la lucha por el comunismo], Moscú: Cultura Soviética, agosto de 1960.
- V. I. Lenin, La catástrofe que nos amenaza y cómo combatirla, Moscú: Editorial Progreso (1961), escrito en septiembre de 1917.
- V. I. Lenin, La catástrofe que nos amenaza y cómo combatirla, 24.
- Ibid., 23.
- La palabra ‘sóviet’ es una palabra española de procedencia inglesa ( soviet /sóviet/) que, a su vez, proviene de la palabra rusa сове́т /saviét/. La palabra rusa совет comparte los mismos significados que la española ‘consejo’ (una recomendación, un órgano colegiado de una organización, una forma popular de organización política), por lo tanto, la utilización de la palabra ‘consejo’ es completamente válida.
- La organización de los consejos «abarca a todos los obreros de todas las industrias, y también a todos los soldados y a todos los trabajadores y pobres del campo» en la tarea de destruir el poder estatal burgués y transformarse en organizaciones de un nuevo tipo de Estado: «Decir a los Consejos que luchen, pero que no tomen todo el poder en sus manos, que no se transformen en organizaciones estatales, equivale a predicar la colaboración de las clases y la “paz social”entre el proletariado y la burguesía». V. I. Lenin, La revolución proletaria y el renegado Kautsky, Madrid: Fundación Federico Engels (2007), escrito entre octubre y noviembre de 1918, 46.
- V. I. Lenin, Tesis e informe sobre la democracia burguesa y la dictadura del proletariado, Moscú: Editorial Progreso (s.f.) (en Marxists Internet Archive), presentado el 4 de marzo de 1919, 8.
- «[…] материалистическую диалектику, учение о развитии, рассматривая коммунизм как нечто развивающееся из капитализма», V. I. Lenin, El Estado y la Revolución, escrito durante meses anteriores a la revolución de octubre de 1917.
- «На основании того, что он происходит из капитализма, исторически развивается из капитализма, является результатом действий такой общественной силы, которая рождена капитализмом […] обстоятельство, что исторически несомненно должна быть особая стадия или особый этап перехода от капитализма к коммунизму», ídem.
- V. I. Lenin, Las tareas inmediatas del poder soviético, Moscú: Progreso (1973) (en Marxists Internet Archive), escritas en marzo de 1918, 16.
- La pequeña burguesía está constituida en esencia por propietarios de poco capital o tierra (tal vez sería más exacto referirnos a estos últimos y sus peculiaridades como pequeños terratenientes), aunque las rentas que reciben por su propiedad resulta insuficiente como para abandonar las tareas del trabajo.
- V. I. Lenin, Acerca del infantilismo «izquierdista» y del espíritu pequeñoburgués, Madrid: Akal, escrito en mayo de 1918, 11.
- Ibid., 10.
- Ibid., 15.
- «Aquí –dice Marx– nos hallamos, efectivamente, ante un “derecho igual”, pero es todavía “un derecho burgués”, que, como todo derecho, presupone la desigualdad. Todo derecho significa la aplicación de un rasero igual a hombres distintos, que en realidad no son idénticos, no son iguales entre sí; por tanto, el “derecho igual” constituye una infracción de la igualdad y una injusticia […]. Sin embargo, los hombres no son iguales […]. Para evitar todos estos inconvenientes, el derecho no tendría que ser igual, sino desigual», V. I. Lenin, El Estado y la Revolución, Madrid: Fundación Federico Engels (1997), 113 y 14.
- «Выходит, что не только при коммунизме остается в течение известного времени буржуазное право, но даже и буржуазное государство – без буржуазии!», V. I. Lenin, El Estado y la Revolución.
- V. I. Lenin, Acerca del infantilismo «izquierdista» y del espíritu pequeñoburgués, 10.
- Lenin utiliza aquí la expresión «общественно-экономический уклад», que literalmente significa ‘modelo’ o ‘modo’ ‘social-económico’. Y ordena los 5 ‘modelos’ del menos al más próximo al comunismo. Adviértase que Lenin en ningún caso se refiere a estos elementos como способ производства, que es la traducción en ruso de ‘modo de producción’.
- Ídem.
- Ya desde 1905, Lenin considera que la lucha del campesinado es, en esencia, «un movimiento democrático burgués» (no «socialista»), ya que los campesinos rusos combatían las «relaciones de servidumbre, precapitalistas», pero no «las bases del régimen burgués […] la economía mercantil […] el capital», V. I. Lenin, Socialismo pequeñoburgués y socialismo proletario (en Marxists Internet Archive), publicado en 1905.
- V. I. Lenin, Acerca del infantilismo «izquierdista» y del espíritu pequeñoburgués, 11.
- Ibid., 12.
- V. I. Lenin, Las tareas inmediatas del poder soviético, 12. «El proletariado, al derrocar a la burguesía y conquistar el Poder político, se ha convertido en la clase dominante: tiene en sus manos el Poder del Estado, dispone de los medios de producción ya socializados, dirige a los elementos y las clases vacilantes, intermedios, aplasta la resistencia de los explotadores, que se manifiesta con energía creciente. Todas éstas son las tareas especiales de la lucha de clases, tareas que antes el proletariado no se las había planteado ni podía planteárselas», V. I. Lenin, La economía y la política de la dictadura del proletariado, en Biblioteca de Textos Marxistas (2000), escrito en noviembre de 1919, 8.
- V. I. Lenin, Las tareas inmediatas del poder soviético, 2. Por ello, Lenin puede reconocer ya en sus Tesis acerca de la Asamblea Constituyente (26.12.1917) que «la República de los Consejos es una forma de democracia superior a la república burguesa ordinaria», citado por el propio Lenin en La revolución proletaria y el renegado Kautsky, 50.
- V. I. Lenin, Las tareas inmediatas del poder soviético, 2.
- Ibid., 14.
- V. I. Lenin, El Estado y la Revolución, 115.
- V. I. Lenin, Проект программы РКП(б) [Proyecto del programa del RKP(b)], Moscú: Politizdat (1974), publicado en febrero de 1919, 2.
- V. I. Lenin, Proyecto del programa del RKP(b), 6. O, Lenin citando a Engels: «para someter a sus adversarios», V. I. Lenin, El Estado y la Revolución, 86.
- V. I. Lenin, Las tareas inmediatas del poder soviético, 12.
- V. I. Lenin, Las tareas inmediatas del poder soviético, 14.
- V. I. Lenin, El Estado y la Revolución, 111.
- V. I. Lenin, Proyecto del programa del RKP(b), 5 y 6.
- V. I. Lenin, El Estado y la Revolución, 17.
- Ibid., 6.
- V. I. Lenin, Las tareas inmediatas del poder soviético, 5.
- V. I. Lenin, Las tareas inmediatas del poder soviético, 6.
- V. I. Lenin, La catástrofe que nos amenaza y cómo combatirla, 25.
- Ibid., 6.
- V. I. Lenin, Acerca del infantilismo «izquierdista» y del espíritu pequeñoburgués, 10.
- V. I. Lenin, Las tareas inmediatas del poder soviético, 9.
- V. I. Lenin, Informe sobre el trabajo del VTsIK y del Sovnarkom, 25.
- «El Poder soviético solo puede asegurar el paso de Rusia al socialismo en el caso de que cumpla prácticamente estas tareas», V. I. Lenin, Las tareas inmediatas del poder soviético, 3.
- Ibid., 3.
- Ibid., 16. Por eso, «con un solo golpe revolucionario, se ha hecho todo cuanto puede»: abolir la propiedad de la tierra, expropiar a terratenientes y capitalistas, etc., V. I. Lenin, La economía y la política de la dictadura del proletariado, 2.
- V. I. Lenin, Las tareas inmediatas del poder soviético, 16. Lenin utiliza el término зародыш, que se traduce como ‘embrión’ o, en menor medida, ‘germen’. Y también se refiere a esta cuestión con la siguiente metáfora arquitectónica: «edificar piedra a piedra los sólidos cimientos de la sociedad socialista» (la cursiva es mía), V. I. Lenin, Las tareas principales de nuestros días, Moscú: Editorial Progreso (1981) (en Marxists Internet Archive), escrito en marzo de 1918, 2.
- «[…] от конфискаций (при проведении коих главным качеством политика является решительность) к обобществлению (для проведения коего требуется от революционера иное качество)» V. I. Lenin, О «Левом» ребячестве и о мелкобуржуазности [Acerca del infantilismo «izquierdista» y del espíritu pequeñoburgués], Moscú: Prigoy (1918).
- V. I. Lenin, Acerca del infantilismo «izquierdista» y del espíritu pequeñoburgués, 9. Además, «para el socialismo no basta con aniquilar, terminar, etc.», ídem.
- Ibid., 9.
- V. I. Lenin, Las tareas inmediatas del poder soviético, 2.
- Ibid., 2.
- «Главная трудность лежит в экономической области: осуществить строжайший и повсеместный учет и контроль производства и распределения продуктов, повысить производительность труда, обобществить производство на деле» (la cursiva es mía), V. I. Lenin, Las tareas inmediatas del poder soviético.
- V. I. Lenin, Las tareas inmediatas del poder soviético, 8.
- V. I. Lenin, Tareas de las Organizaciones Juveniles: Discurso en la I Sesión del III Congreso de Juventudes Comunistas de Rusia, Moscú: Progreso (1975) (en Marxists Internet Archive), escrito en septiembre y octubre de 1920, 4. «Solo se puede crear esta cultura proletaria conociendo con precisión la cultura que ha creado la humanidad en todo su desarrollo y transformándola», ídem.
- «El comunismo podremos edificarlo únicamente con la suma de conocimientos, organizaciones e instituciones, con el acervo de medios y fuerzas humanas que hemos heredado de la vieja sociedad», ibid., 2.
- V. I. Lenin, La economía y la política de la dictadura del proletariado, 2.
- V. I. Lenin, Las tareas inmediatas del poder soviético, 7.
- Ibid., 16.
- V. I. Lenin, El Estado y la Revolución, 121. Es decir, «la cantidad se transforma en calidad», ídem.
- V. I. Lenin, Informe sobre el trabajo del VTsIK y del Sovnarkom, 27. «No hay nada más necio que transformar a los consejos en algo fosilizado y encerrado en sí mismo», V. I. Lenin, Las tareas inmediatas del poder soviético, 17.
- V. I. Lenin, Las tareas inmediatas del poder soviético, 16. «Hay que luchar contra esto, haciendo participar prácticamente a todos los miembros de los consejos en la gobernación del país», ídem.
- Ibid., 7 y 8.
- V. I. Lenin, La economía y la política de la dictadura del proletariado, 1.
- V. I. Lenin, Informe sobre el trabajo del VTsIK y del Sovnarkom, 29.
- «Общественно-экономический уклад», que literalmente significa ‘modelo’ o ‘modo’ ‘social-económico’.
- V. I. Lenin, La economía y la política de la dictadura del proletariado, 2. No es necesario debatir aquí la identidad (o no), en esencia, entre el modo de producción capitalista y la pequeña producción mercantil.
- Ibid., 2.
- V. I. Lenin, Las tareas inmediatas del poder soviético, 2. «El Estado socialista puede surgir únicamente como una red de comunas de producción y consumo, que calculen concienzudamente su producción y consumo, economicen el trabajo, aumenten incesantemente la productividad del mismo y consigan con ello reducir la jornada de trabajo». Ibid., 8.
- Ibid., 16.
- Ibid., 3.
- V. I. Lenin, El Estado y la Revolución, 113 y 14. «Los medios de producción han dejado de ser ya propiedad privada de los individuos para pertenecer a toda la sociedad», y «cada miembro de ésta, al ejecutar una cierta parte del trabajo socialmente necesario, obtiene de la sociedad un certificado acreditativo de haber realizado tal o cual cantidad de trabajo. Por este certificado recibe de los almacenes sociales de artículos de consumo la cantidad correspondiente de productos. Deducida la cantidad de trabajo que pasa al fondo social, cada obrero recibe, pues, de la sociedad tanto como le entrega», ibid., 113.
- Ibid., 16.
- V. I. Lenin, El Estado y la Revolución, 123.