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Apuntes sobre la Internacional Comunista

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HISTORIA, POLÍTICA

Apuntes sobre la Internacional Comunista

19/04/2024
16 min.

Desarrollar un balance de lo que supuso la Internacional Comunista y de las lecciones que se pueden extraer de su historia es una labor que excede con mucho los límites y las intenciones de este artículo. Tampoco pretende ser una suerte de síntesis de su evolución. Por tanto, seguramente los lectores que conozcan el asunto observarán que faltan en estas líneas distintos procesos y acontecimientos que configuraron su accionar.Advertir que en algunos párrafos se han omitido referencias a fuentes primarias o a bibliografía para no recargar aún más el texto de notas al pie. No obstante, no hay ninguna información en el texto de la que sea imposible buscar referencias.1 Aún así, este texto pretende ser un aporte, aunque sea pequeño, en esa labor.

La ruptura con la socialdemocracia, de la que surge la Internacional Comunista, no es el fruto de una coyuntura aislada sino de décadas de debates entre las posiciones reformistas y revolucionarias en el seno del movimiento obrero. El apoyo de los diversos partidos socialistas a los créditos de guerra y, por tanto, a sus respectivas burguesías, es herencia directa de la evolución de dichos partidos y de su conformación como lugartenientes de la burguesía en el seno de la clase obrera.

Las relaciones de la Internacional Comunista con la socialdemocracia son uno de los aspectos que requieren una mayor atención a la hora de realizar un acercamiento a su historia. A menudo se ha tendido a presentar estas relaciones como fruto de un inestable equilibrio entre unas tendencias unitarias y otras sectarias en el seno de la propia Internacional. Las primeras (las tendencias «unitarias») se expresarían en los iniciales llamamientos al frente único y en la táctica al respecto en los años de vigencia de la política de frente popular. Las segundas (las tendencias «sectarias») serían las expresadas sobre todo en la política de clase contra clase. Bajo este enfoque, dominante en buena parte de la historiografía –incluso aquella que se reclama heredera de una forma u otra de la experiencia cominteriana– se oculta en ocasiones cierta impugnación a la propia necesidad de la existencia del partido comunista, como veremos a continuación.

Para acercarse a esta cuestión es importante tener en cuenta la diversidad de formas en las que se da la creación de los distintos partidos comunistas. Tenemos desde situaciones donde la ruptura organizativa entre reformistas y revolucionarios llevaba años encima de la mesa como es el caso de los socialistas estrechos en BulgariaLa denominación de «socialistas estrechos» es dada en contraposición a los «partidarios de la causa común» o «socialistas anchos» por el hecho de que «luchaban por un partido “estrechamente” proletario por su composición, que desplegara una actividad entre la clase obrera y llevara a cabo una lucha intransigente de clase»: Vasilev, Kiril (redactor). Breve Historia del Partido Comunista Búlgaro. Sofía – Press, 1978. p.26 (Los capítulos I y II donde se aborda el periodo de 1885 a 1917 son obra de Krumka Sharova).2 o de los propios bolcheviques en Rusia, a procesos donde la mayor parte de las fuerzas de la socialdemocracia se adhiere a la Internacional Comunista como es el caso de Francia, pasando por otros como en España, donde será una minoría (o dos por ser más rigurosos, teniendo en cuenta la sucesiva creación del PC Español y del PCOE en 1920 y 1921, respectivamente) quienes rompan con la socialdemocracia.

Esta diversidad de situaciones explica en cierta medida determinadas herencias políticas socialdemócratas en las filas comunistas, que serán objeto de atención por parte de la Internacional Comunista, y el combate contra ellas uno de los aspectos clave en el proceso de bolchevización de los partidos comunistas.

Tras la Primera Guerra Mundial se desarrolla una situación revolucionaria en Europa que tiene su punto inicial y más álgido en la revolución rusa de 1917, pero que abarca numerosas insurrecciones de la clase obrera y el establecimiento de su poder, si bien momentáneamente, en distintos países. Una de ellas es la llamada revolución de los consejos de Hungría en 1919, en la que se produce un acercamiento entre comunistas y socialdemócratas, cuya ruptura databa de apenas unos meses antes, en noviembre de 1918. La labor de la socialdemocracia en el desmantelamiento del poder obrero en el país centroeuropeo hace que se puedan extraer ciertas lecciones sobre lo que implicaba un proceso de fusión entre fuerzas comunistas y socialdemócratas.Véase Bela Kun: “L´anniversaire des Soviets de Hongrie” en La Correspondance Internationale No.20 4º année 2 avril 1924. Los números de La Correspondance Internationale (LCI a partir de ahora) se encuentran digitalizadosaquí. 3

I. La táctica del Frente Único

A partir de 1921, a la vista de que la victoria de la revolución proletaria en Europa no sería algo inminente, se desarrolla lo que se conocería como la política de frente único (de la que se considera primer episodio la carta abierta de la Zentrale del VKPD en enero de 1921).VKPD son las siglas en alemán de Partido Comunista Unido (o unificado según diferentes formas de traducirlo) de Alemania adoptadas temporalmente tras la unión del KPD y el ala izquierda del USPD (Partido Socialdemócrata Independiente de Alemania). Carta abierta de la Zentrale del VKPD en Nuestra Historia: revista de Historia de la FIM, Nº. 8, 2019 (Ejemplar dedicado a: La revolución alemana: Perspectivas y contingencias), p. 110.4

En el desarrollo del frente único pesa en buena medida el fracaso de la llamada «acción de Marzo de 1921» en Alemania, encuadrada en lo que se conocería como «teoría de la ofensiva», planteamiento de corte izquierdista que señalaba que los comunistas deberían realizar acciones audaces que serían seguidas por el conjunto de la clase. No obstante, cabe recordar que el desencadenante de dicha acción fue el desarme por parte de los socialdemócratas de los obreros que estaban armados tras el putsch de Kapp (un golpe de Estado fracasado llevado a cabo por un sector ultrarreaccionario del ejército).

Frente a ciertas interpretaciones sobre el frente único, inclusive en las propias filas de distintas secciones de la Comintern, conviene aclarar que su esencia no trataba de una suerte de reconciliación con la socialdemocracia o incluso de una vuelta a la misma.

Si observamos por ejemplo la preparación de la conferencia de las tres internacionales en abril de 1922, de la que formaría parte la Segunda Internacional, la Unión de Partidos Socialistas para la Acción Internacional (mejor conocida como Unión de Viena o Internacional dos y media), y la Internacional Comunista, podemos ver que la intención de esta última había sido que también formaran parte de la conferencia otras fuerzas obreras como por ejemplo el sindicalismo anarquista o los Industrial Worker´s of the World (IWW).Résolutions de la conférence de l’exécutif élargi de l’IC (Du 21 février au 4 mars 1922) – LCI Supplement n°3 Avril 1922.5

Asimismo se insiste en que el llegar a determinados acuerdos sobre ciertas acciones no implica tener que perder la independencia política comunista frente a la socialdemocracia. Es conocida la posición de Lenin ante las concesiones que hacen los representantes de la Internacional Comunista en dicha conferencia de las tres internacionales. La crítica de Lenin no iba por el hecho de hacer tales o cuales concesiones si no por el de no recibir nada a cambio de las mismas:

Deberemos imponernos como regla no hacer concesiones políticas a la burguesía internacional (por muy hábilmente que encubran semejantes concesiones los intermediarios, cualesquiera que sean) si no recibimos en cambio concesiones más o menos equivalentes de la burguesía internacional a la Rusia Soviética o a otros destacamentos del proletariado internacional en lucha contra el capitalismo.Lenin, “Hemos pagado demasiado caro” en Lenin V.I. “Obras completas. Tomo 45. Marzo 1922-marzo 1923”, Editorial Progreso Moscú. Traducción al español 1987, p.151.6

La clave política del frente único estaba en la consigna del III Congreso de la Internacional Comunista en verano de 1921, «¡A la masas!», como expresión para ganárselas en favor del comunismo, intentando con ello que avancen las posiciones revolucionarias en el seno del movimiento obrero frente a la influencia de las posturas oportunistas.

Este proceso de conformación de la política de frente único se articula con las críticas y el combate ideológico a las posiciones izquierdistas representadas tanto por la fracción abstencionista del Partido Comunista de Italia, como por lo que se conocería como izquierda germano-holandesa, que tendría su expresión organizativa más fuerte en el KAPD (Partido Comunista Obrero Alemán). Este partido se diferenciaría de la Internacional Comunista ya no solo en cuestiones de carácter político (véase por ejemplo su posición ante la participación en los parlamentos o en los sindicatos) sino fundamentalmente en el plano organizativo, planteado una estructura que acabaría en algunos casos (no sin contradicciones internas) desembocando en una suerte de fusión entre sindicato y partido en unas formas unionistas influidas fuertemente por los IWW.

II. La propuesta de gobierno obrero

En paralelo a la política de frente único se desarrolla la propuesta de gobierno obrero. En el IV congreso de 1922 se hace un listado sobre posibles formas de ese gobierno:

1º Un gobierno obrero liberal. Ya existe un gobierno de ese tipo en Australia, y también es posible, en un plazo bastante breve en Inglaterra. 2º Un gobierno obrero socialdemócrata (Alemania). 3º Un gobierno de obreros y campesinos. Esta eventualidad puede darse en los Balcanes, en Checoslovaquia, etc. 4º Un gobierno obrero con la participación de los comunistas. 5º Un verdadero gobierno obrero proletario que, en su forma más pura, solo puede ser encarnado por un Partido Comunista.Resolución sobre la táctica de la Internacional Comunista en “Los cuatro primeros congresos de la Internacional Comunista. Segunda Parte.” Cuadernos de Pasado y Presente 47, Ediciones Pasado y Presente. Córdoba (Argentina) 1973 p.188. Para esta y otras referencias a congresos de la Internacional Comunista el uso de la edición de Pasado y Presente viene dado por ser una traducción al español relativamente fácil de encontrar online, no obstante, aunque sea en francés, se recomienda la consulta directa de las distintas actas y resoluciones a través por ejemplo de los fondos antes mencionados de La Correspondance Internationale.7

La Internacional considera que las dos primeras formas de gobierno deben ser combatidas, y que las dos siguientes «tampoco son la dictadura del proletariado ni constituyen una forma de transición necesaria hacia la dictadura, pero pueden ser un punto de partida para la conquista de esa dictadura», en lo que no deja de ser una concesión hacia fuerzas socialdemócratas y agraristas.En este caso referido a los partidos agrarios o campesinos de Europa central y oriental.8

En el V congreso de 1924 se critica la interpretación del gobierno obrero y campesino como un gobierno en los marcos de la democracia burguesa y de alianza con los socialdemócratas considerando que «para formar un gobierno verdaderamente obrero, u obrero y campesino, es necesario antes que nada derrocar a la burguesía».Sobre la táctica comunista en “V congreso de la Internacional Comunista 17 de junio – 18 de julio de 1924. Informes. Segunda Parte.” Cuadernos de Pasado y Presente 56. Ediciones Pasado y Presente Córdoba (Argentina), 1975, p.56.9

En el VI congreso de la Internacional Comunista en 1928 se aprueba por fin el programa de la misma que había ido siendo aplazado en los anteriores cónclaves. De él nos limitaremos a situar que coloca encima de la mesa una división de países según su grado desarrollo a los que se vincularían unas determinadas perspectivas revolucionarias.

El caso de España resulta paradigmático por la influencia que tuvo en las elaboraciones de la Comintern y el PCE los siguientes años, situándolo entre los países con un nivel medio de desarrollo del capitalismo con vestigios importantes de relaciones semifeudales. España era situada, por tanto, en un grupo de países en donde o bien sería posible una transformación más o menos rápida de la revolución democrático-burguesa en socialista, o bien sería posible un tipo de revoluciones proletarias con un gran contingente de objetivos de carácter democrático.Programa y Estatutos de la Internacional Comunista adoptados por el VI Congreso mundial en Moscú el 1º de septiembre de 1928. Ediciones de ¡Adelante! 22, rue Otlet, Anderlecht-Bruselas p.5310 Esto se relacionaba con una suerte de traslación descontextualizada de las posiciones de los bolcheviques previas a las Tesis de Abril sobre la dictadura democrática revolucionaria del proletariado y de los campesinos.Véase la formulación en el caso español de la dictadura democrática de obreros y campesinos en el III congreso del PCE de 1929 en RGASPI 495.32.198 en http://sovdoc.rusarchives.ru (advertir que la web tiende a dar problemas en la mayoría de navegadores).11

Esta lógica interpretativa (sin entrar a analizar ahora lo inexacto que era por su sobreestimación de los vestigios precapitalistas en la economía española), contribuyó, en cierta medida, a subestimar el carácter de la época para determinar la revolución pendiente.

III. La organización comunista en los centros de trabajo

En la Internacional Comunista se desarrollaría un modelo marxista-leninista de partido fundamentado en el centralismo democrático y la estructuración del partido fundamentalmente en los centros de trabajo.

Esto no será simplemente una traslación de la experiencia rusa al resto de partidos comunistas, sino que tiene también que ver con una evaluación autocrítica de la intervención comunista en los años previos. No es casual que en la resolución sobre la creación de células en las fábricas se señale que «el Tercer Congreso de la I.C. ya había decidido que la base del Partido Comunista debería ser la célula de fábrica. Sin embargo, la mayoría de las secciones todavía tienen que poner en práctica esta decisión; muchas ni siquiera hicieron la pregunta. Sin embargo, la Revolución Alemana –a fines de 1923– demostró una vez más y con evidencia que, sin células de fábrica, sin una estrecha conexión con las masas de trabajadores, es imposible atraer a estos últimos en la lucha y conducirlos, es imposible conocer su estado de ánimo y aprovechar el momento más favorable, es imposible derrotar a la burguesía».Resolution sur les cellules communistes d´usine en LCI n° 16 5 Mars 1924 p.174. (Resolución aprobada por el CEIC el 21 de enero de 1924). La revolución alemana de finales de 1923 a la que hace referencia es la insurrección de Hamburgo en octubre.12

Es interesante conocer que la oposición a este modelo se articula por parte de ciertas posiciones izquierdistas. En palabras de Gramsci:

Todas las objeciones al principio que coloca la organización del Partido sobre la base de la producción parten de concepciones vinculadas a clases extrañas al proletariado, si bien se presentan por camaradas y grupos que se dicen de “extrema izquierda”. Aquellas se basan en consideraciones pesimistas acerca de la capacidad revolucionaria del obrero y del obrero comunista, y son expresión del espíritu antiproletario del pequeño burgués intelectual, que se cree la sal de la tierra y ve en el obrero el instrumento material de la alteración social y no el protagonista consciente e inteligente de la revolución.La situación italiana y las tareas del P.C.I (Tesis de Lyon) Antonio Gramsci y Palmiro Togliatti en Gramsci, Antonio. Escritos Políticos (1917-1933) Cuadernos de Pasado y Presente 54. Editorial Pasado y Presente 2ª edición modificada p. 24713

Pero esta oposición también viene, especialmente a nivel práctico, como herencia de las formas de trabajo socialdemócratas en partidos como el de Checoslovaquia (en forma por ejemplo de reticencias al trabajo en células de empresa).Instituto de Marxismo-Leninismo del Comité Central del Partido Comunista de Checoslovaquia e Instituto de Marxismo-Leninismo del Comité Central del Partido Comunista de Eslovaquia. “Resumen Histórico del Partido Comunista de Checoslovaquia” Segunda Edición Ampliada Agencia de Prensa Orbis Praga 1985. p. 126.14

La bolchevización de los partidos comunistas asienta a estos sobre bases más firmes que las precedentes y permite desplegar una intensa labor organizativa entre la clase obrera muchas veces subestimada a la hora de realizar valoraciones sobre la Internacional Comunista.

IV. Los sindicatos

En esa labor, además de la propia estructuración de las células en los centros de trabajo, juega un papel trascendental el trabajo comunista en los sindicatos. En forma paralela al desarrollo de las células se crearán fracciones comunistas en los sindicatos encargadas en esencia de llevar la línea del partido al sindicato, tanto a aquellos dirigidos por los comunistas como a los que no.No confundir, pese al nombre, con las fracciones en el partido. Algunas fuentes para estudiar sus funciones : Actes de l´Executif: Resolution sur les fractions communistes dans les organes extérieurs au Parti en LCI nº 15 27 février 1924 p.163, Le Presidium du C.E. de L`I.C. Le travail des fractions syndicales en LCI nº 59 16 juillet 1932p. 651. También en “¿Qué es y cómo funciona el Partido Comunista?” de Pedro Checa.15

Existe –si bien durante los últimos años se ha ido matizando– una cierta tendencia a comprender la política sindical de la Internacional Comunista y de sus secciones en base a ese esquema simplificado del que hablábamos previamente entre posiciones sectarias y unitarias donde la creación y desarrollo de la Internacional Sindical Roja representaría las primeras y su disolución las segundas.

Estas nociones, sin embargo, omiten los efectos de la ruptura con la socialdemocracia también en el campo sindical, así como la acción contrarrevolucionaria de esta (véase por ejemplo las expulsiones de comunistas de la UGT y la negativa a sus reincorporaciones tras el XV congreso del sindicato).

Todo esto lleva también a ciertas confusiones como la consideración de que el RGO (Siglas en alemán de Oposición Sindical Revolucionaria) alemán era un sindicato al uso.

El modelo de RGO, así como el de los movimientos de minorías (no entraremos en los matices entre ambos pero la diferencia fundamental tiene que ver con la distinta estructuración de los sindicatos en algunos países anglosajones que se articulaban en torno a congresos y no a centrales o confederaciones) se va a desarrollar en la Internacional Sindical Roja, como una forma de estructurar a sus partidarios en el seno de otras organizaciones sindicales. En el caso alemán, la constante expulsión tanto de comunistas como de partidarios de la RGO de los sindicatos socialdemócratas, así como la admisión en sus filas de trabajadores no sindicados previamente en ninguna central, ha alimentado esa confusión sobre la consideración de la RGO como una central sindical al uso.Véase como ejemplo la distinción que se realiza entre sindicatos rojos y OSR en los inicios del nazismo en “Les tâches des communistes dans la lutte pour les syndicats (Lettre du Comité Central du P.C.A.)” LCI n°43-44 3 juin 1933. Sobre la relación previa de la OSR con las labores de oposición en otros sindicatos ver Bewer, O. “Quelques questions de la réorganisation du travail syndical du Parti communiste allemand” LCI n°74 7 septembre 1932.16 Aunque sí existieron en Alemania sindicatos rojos en ámbitos como la metalurgia o la minería.

Esta admisión tiene que ver entre otros factores con la exclusión en la práctica de los parados por parte de los sindicatos dirigidos por la socialdemocracia. No cabe en este texto pero es oportuno recordar la importancia que tiene para la Internacional Comunista la organización de la lucha de los parados (véase el caso de la Conferencia de Praga de 1931).“La lutte contre le chômage. (Résolution de la Conférence de Prague sur la question du chômage)” LCI n°84 16 septembre 1931.17

Esta evolución del proceso de bolchevización de los partidos comunistas y de su labor en las luchas económicas de la clase obrera no está exenta de contradicciones vinculadas a una dirección de la Internacional Comunista que por momentos sobreestimó la estabilización temporal y relativa del capitalismo. No fue hasta la crisis de 1929 que se pondría fin a esa concepción, a pesar de que ya eran observables síntomas de ello durante los años previos.

En la intervención de los comunistas entre el movimiento obrero influyeron las distintas lecturas de la dialéctica estabilización-crisis,Si bien no se coincide con el enfoque del autor una panorámica de estos debates en la IC se puede leer en el capítulo 7 “Théories et discours sur le capitalisme en crise” de la obra de Serge Wollikow: “L’Internationale communiste (1919-1943) Le Komintern ou le rêve déchu du parti mondial de la révolution” Les Editions de l’Atelier/Editions Ouvrières, Paris, 2010.18 así como las distintas concepciones sobre los efectos que tenían entre la clase obrera las medidas de lo que en ocasiones se denominaba «racionalización capitalista», es decir, las transformaciones en los métodos de explotación de la fuerza de trabajo.

V. Otros frentes de masas

La labor comunista no se limitaba a la cuestión sindical, sino que se articulaba en numerosos frentes impulsando distintas estructuras a nivel internacional, con sus correlatos nacionales. Entre ellas encontramos el Socorro Rojo Internacional, la Internacional Roja del Deporte (Sportintern), la Liga contra el Imperialismo y la opresión colonial, la Internacional Campesina (Krestintern) o el Comité de Mujeres contra la Guerra y el Fascismo, entre otras. Organizaciones con distintos grados de relación con la estructuras de la Internacional Comunista. Hablamos en todo caso de organizaciones en las que no solamente están presentes militantes comunistas, sino también militantes «independientes» e, incluso, de otras organizaciones.

Es oportuno señalar que esta labor organizativa abarcaba también el campo cultural, y es que, frente a una visión que parece limitar la labor en ese campo a las consecuencias de la implementación de la política frentepopulista, existe un intenso trabajo en países como Alemania o Japón y en ámbitos como el teatro o la fotografía ya en época del tan a menudo denostado periodo que va del V al VII congreso de la Internacional Comunista (1924-1935).

En este aspecto también es de destacar la labor de la Internacional Comunista en la difusión del marxismo-leninismo a través de todo su aparato editorial, elemento clave en un trabajo de formación política que abarcaba desde las células de base hasta la Escuela Internacional Leninista.

La disolución de varias de las estructuras antes mencionadas se vincula a la política de acercamiento a la socialdemocracia a partir de mediados de los años 30. No entraremos a valorar aquí los vicios y virtudes tanto de la creación y existencia como de la disolución de esas estructuras; basta con poner encima de la mesa la relación entre ambos fenómenos.

VI. La táctica del Frente Popular

Este acercamiento con los socialdemócratas llega al punto de situar encima de la mesa, en el VII congreso de la Internacional Comunista en 1935, la posibilidad de fusiones que llevasen a la creación del partido único del proletariado en cada país.Dimitrov, Georgui “La ofensiva del fascismo y las tareas de la Internacional Comunista en la lucha por la unidad de la clase obrera contra el fascismo.” Informe pronunciado el 2 de agosto de 1935 ante el VII Congreso Mundial de la Internacional Comunista en “Fascismo, democracia y frente popular: VII Congreso de la Internacional Comunista, Moscú, 25 de julio-20 de agosto de 1935” Cuadernos de Pasado y Presente n.º 76 Ediciones de Pasado y Presente. Coyoacán (México) 1984 p. 21519 Si bien se hacen advertencias relacionadas con que el modelo organizativo debería seguir siendo el centralismo democrático, resulta obvio que una fusión entre comunistas y socialdemócratas hubiera llevado a la liquidación de numerosos partidos.

El VII congreso, cuya preparación no estaría exenta de debates en los órganos de la IC,Un ejemplo de esto (si bien partícipe en la lógica que se comentaba al inicio del artículo de interpretar la historia de la Comintern como un péndulo entre unas fases sectarias y otras unitarias) en Schelchkov, Andrey “El difícil cambio hacia el Frente Popular: la Tercera Conferencia de Partidos Comunistas Latinoamericanos en Moscú (1934).” Izquierdas (Santiago) [online]. 2018, n.43, pp.1-2220 no solamente afecta a una determinada relación con la socialdemocracia, sino también a una lectura de la lucha contra el fascismo que contribuye a desligar esta de la lucha por el poder.

En este congreso se situaría la posibilidad de apoyar el establecimiento de gobiernos de frente único antifascista. Este elemento llevaría a determinados cuadros de la IC a plantear cuestiones como la idea de la república democrática de nuevo tipo, postura de claro corte etapista, que no sería ya una república democrático-burguesa al uso pero tampoco aún una república socialista, fórmula ideada para España por Togliatti en 1936“Sobre las particularidades de la revolución española” (artículo escrito en octubre de 1936) en Togliatti, Palmiro “Escritos sobre la guerra de España” Editorial Crítica Barcelona 1980 p.83. Esta formulación se puede conectar en cierta medida con las posiciones del propio Togliatti en 1927 acerca de la “república popular federal” para España y de “revolución popular antifascista” en Italia. Para la primera, véase Elorza, Antonio y Bizcarrondo, Marta. “Queridos camaradas. La Internacional Comunista y España, 1919-1939”; Ed. Planeta DeAgostini Barcelona 2006 p.56 y para la segunda ver los debates y la resolución italiana adoptada en el presidium de la IC el 28 de enero de 1927 en GASPI 495.2.92 en la que el propio Togliatti y Ruggero Grieco (alias Garlandi) juegan un importante papel.21 y asumida por el PCE durante la guerra. Esta visión etapista de la revolución, así como la estrategia de frente popular adoptada por el PCE, supusieron, en la práctica, el apoyo a la legalidad democrática republicana, realizándose así, como decíamos, la escisión entre la lucha antifascista y la lucha por el poder.

VII. Apuntes finales

Acontecimientos como el pacto de Munich de entrega de los Sudetes a la Alemania nazi, o el golpe de Casado en España, llevan consigo un endurecimiento de la critica a la socialdemocracia que antecede a la firma del pacto germano-soviético. La firma de este pacto, consecuencia del fracaso de los intentos de la URSS de conformar un sistema de defensa europeo, ha sido leída en lo que respecta a la táctica de la Internacional Comunista como una vuelta a esas supuestas pulsiones sectarias.

Quizá suene fuera de bolos, pero en la humilde opinión de quien escribe estas líneas, algunas de las reflexiones de mayor interés que hacen los comunistas sobre la socialdemocracia se encuentran en esos años de 1939 a 1941 y en la época del clase contra clase de 1929 a 1934.Dos ejemplos: “Marxism versus socialdemocracy: Address delivered at Plenum Executive Committee of the Young Communist International December 1932” de Bela Kun. De este texto hay una parte en español con el título de «La socialdemocracia contra el marxismo» en “La Internacional Comunista” año II n.º 5. p.29. Véase también “Las transformaciones del socialdemocratismo” de P. Wieden (alias de Ernst Fischer) en “La Internacional Comunista” año VIII n.º 11, noviembre de 1940, p.39.22

En todo caso vuelve a aparecer aquí algo que está presente en toda la vida de la Internacional Comunista: su relación con la política exterior de la URSS, en la cual no entrará este artículo más allá de recordar que se debería descartar cualquier valoración que omita el hecho clave de que, al defender la construcción del socialismo en la URSS, se defendía también la posibilidad de triunfo de la revolución proletaria a nivel mundial; la alternativa en la práctica era renegar del avance del socialismo a la espera indeterminada de que llegara a otros países.

Para concluir señalaremos que el curso, en buena medida contradictorio, de la Internacional Comunista, sigue teniendo su peso en la lucha de clases actualmente. En el caso de España, por ejemplo, encontramos unas fuerzas oportunistas como Podemos o Sumar que beben de la política frentepopulista sumada a una lectura histórica sobre la supuesta existencia de una revolución pendiente de carácter democrático-burgués, con las implicaciones que ello ha llevado por ejemplo a la hora de la visión de sectores nacionalistas como potenciales aliados. Por otra está quienes levantamos, hombro con hombro, la consigna cominteriana del «clase contra clase».

A ellos se les pueden dedicar estas líneas de César Vallejo:

Vosotros vais atados a un carro que está despeñándose al abismo y no tiene salvación; nosotros vamos atados a un carro que marcha al porvenir.Vallejo, César “El arte y la revolución” Tomo II de las Obras Completas. Mosca Azul Editores Lima 1973. p.121 Escrito originalmente entre 1929 y 1930 con modificaciones en 1932 y 1934.23

A nosotros y nosotras recordar las palabras de Edwin Hoernle:

Debemos proclamar la realidad proletaria en toda su repugnante
fealdad, con su denuncia a la sociedad y su exigencia de venganza […]
Debemos presentar las cosas como son, con una luz dura, sin compasión.Citado en el folleto de la exposición “Una luz dura, sin compasión El movimiento de la fotografía obrera, 1926-1939” del Museo Reina Sofía en 2011.2011005-fol_es-001-fotografia obrera.pdf (museoreinasofia.es) Se da la referencia de que procede de un texto programático de 1930 en “Der Arbeiter-Fotograf”. No se cita fecha y número concreto pero probablemente se trate de «Das Auge des Arbeiters »,en “Der Arbeiter-Fotograf” vol. IV, n° 7, julio 1930. 24

Notas:

  1. Advertir que en algunos párrafos se han omitido referencias a fuentes primarias o a bibliografía para no recargar aún más el texto de notas al pie. No obstante, no hay ninguna información en el texto de la que sea imposible buscar referencias.
  2. La denominación de «socialistas estrechos» es dada en contraposición a los «partidarios de la causa común» o «socialistas anchos» por el hecho de que «luchaban por un partido “estrechamente” proletario por su composición, que desplegara una actividad entre la clase obrera y llevara a cabo una lucha intransigente de clase»: Vasilev, Kiril (redactor). Breve Historia del Partido Comunista Búlgaro. Sofía – Press, 1978. p.26 (Los capítulos I y II donde se aborda el periodo de 1885 a 1917 son obra de Krumka Sharova).
  3. Véase Bela Kun: “L´anniversaire des Soviets de Hongrie” en La Correspondance Internationale No.20 4º année 2 avril 1924. Los números de La Correspondance Internationale (LCI a partir de ahora) se encuentran digitalizadosaquí.
  4. VKPD son las siglas en alemán de Partido Comunista Unido (o unificado según diferentes formas de traducirlo) de Alemania adoptadas temporalmente tras la unión del KPD y el ala izquierda del USPD (Partido Socialdemócrata Independiente de Alemania). Carta abierta de la Zentrale del VKPD en Nuestra Historia: revista de Historia de la FIM, Nº. 8, 2019 (Ejemplar dedicado a: La revolución alemana: Perspectivas y contingencias), p. 110.
  5. Résolutions de la conférence de l’exécutif élargi de l’IC (Du 21 février au 4 mars 1922) – LCI Supplement n°3 Avril 1922.
  6. Lenin, “Hemos pagado demasiado caro” en Lenin V.I. “Obras completas. Tomo 45. Marzo 1922-marzo 1923”, Editorial Progreso Moscú. Traducción al español 1987, p.151.
  7. Resolución sobre la táctica de la Internacional Comunista en “Los cuatro primeros congresos de la Internacional Comunista. Segunda Parte.” Cuadernos de Pasado y Presente 47, Ediciones Pasado y Presente. Córdoba (Argentina) 1973 p.188. Para esta y otras referencias a congresos de la Internacional Comunista el uso de la edición de Pasado y Presente viene dado por ser una traducción al español relativamente fácil de encontrar online, no obstante, aunque sea en francés, se recomienda la consulta directa de las distintas actas y resoluciones a través por ejemplo de los fondos antes mencionados de La Correspondance Internationale.
  8. En este caso referido a los partidos agrarios o campesinos de Europa central y oriental.
  9. Sobre la táctica comunista en “V congreso de la Internacional Comunista 17 de junio – 18 de julio de 1924. Informes. Segunda Parte.” Cuadernos de Pasado y Presente 56. Ediciones Pasado y Presente Córdoba (Argentina), 1975, p.56.
  10. Programa y Estatutos de la Internacional Comunista adoptados por el VI Congreso mundial en Moscú el 1º de septiembre de 1928. Ediciones de ¡Adelante! 22, rue Otlet, Anderlecht-Bruselas p.53
  11. Véase la formulación en el caso español de la dictadura democrática de obreros y campesinos en el III congreso del PCE de 1929 en RGASPI 495.32.198 en http://sovdoc.rusarchives.ru (advertir que la web tiende a dar problemas en la mayoría de navegadores).
  12. Resolution sur les cellules communistes d´usine en LCI n° 16 5 Mars 1924 p.174. (Resolución aprobada por el CEIC el 21 de enero de 1924). La revolución alemana de finales de 1923 a la que hace referencia es la insurrección de Hamburgo en octubre.
  13. La situación italiana y las tareas del P.C.I (Tesis de Lyon) Antonio Gramsci y Palmiro Togliatti en Gramsci, Antonio. Escritos Políticos (1917-1933) Cuadernos de Pasado y Presente 54. Editorial Pasado y Presente 2ª edición modificada p. 247
  14. Instituto de Marxismo-Leninismo del Comité Central del Partido Comunista de Checoslovaquia e Instituto de Marxismo-Leninismo del Comité Central del Partido Comunista de Eslovaquia. “Resumen Histórico del Partido Comunista de Checoslovaquia” Segunda Edición Ampliada Agencia de Prensa Orbis Praga 1985. p. 126.
  15. No confundir, pese al nombre, con las fracciones en el partido. Algunas fuentes para estudiar sus funciones : Actes de l´Executif: Resolution sur les fractions communistes dans les organes extérieurs au Parti en LCI nº 15 27 février 1924 p.163, Le Presidium du C.E. de L`I.C. Le travail des fractions syndicales en LCI nº 59 16 juillet 1932p. 651. También en “¿Qué es y cómo funciona el Partido Comunista?” de Pedro Checa.
  16. Véase como ejemplo la distinción que se realiza entre sindicatos rojos y OSR en los inicios del nazismo en “Les tâches des communistes dans la lutte pour les syndicats (Lettre du Comité Central du P.C.A.)” LCI n°43-44 3 juin 1933. Sobre la relación previa de la OSR con las labores de oposición en otros sindicatos ver Bewer, O. “Quelques questions de la réorganisation du travail syndical du Parti communiste allemand” LCI n°74 7 septembre 1932.
  17. “La lutte contre le chômage. (Résolution de la Conférence de Prague sur la question du chômage)” LCI n°84 16 septembre 1931.
  18. Si bien no se coincide con el enfoque del autor una panorámica de estos debates en la IC se puede leer en el capítulo 7 “Théories et discours sur le capitalisme en crise” de la obra de Serge Wollikow: “L’Internationale communiste (1919-1943) Le Komintern ou le rêve déchu du parti mondial de la révolution” Les Editions de l’Atelier/Editions Ouvrières, Paris, 2010.
  19. Dimitrov, Georgui “La ofensiva del fascismo y las tareas de la Internacional Comunista en la lucha por la unidad de la clase obrera contra el fascismo.” Informe pronunciado el 2 de agosto de 1935 ante el VII Congreso Mundial de la Internacional Comunista en “Fascismo, democracia y frente popular: VII Congreso de la Internacional Comunista, Moscú, 25 de julio-20 de agosto de 1935” Cuadernos de Pasado y Presente n.º 76 Ediciones de Pasado y Presente. Coyoacán (México) 1984 p. 215
  20. Un ejemplo de esto (si bien partícipe en la lógica que se comentaba al inicio del artículo de interpretar la historia de la Comintern como un péndulo entre unas fases sectarias y otras unitarias) en Schelchkov, Andrey “El difícil cambio hacia el Frente Popular: la Tercera Conferencia de Partidos Comunistas Latinoamericanos en Moscú (1934).” Izquierdas (Santiago) [online]. 2018, n.43, pp.1-22
  21. “Sobre las particularidades de la revolución española” (artículo escrito en octubre de 1936) en Togliatti, Palmiro “Escritos sobre la guerra de España” Editorial Crítica Barcelona 1980 p.83. Esta formulación se puede conectar en cierta medida con las posiciones del propio Togliatti en 1927 acerca de la “república popular federal” para España y de “revolución popular antifascista” en Italia. Para la primera, véase Elorza, Antonio y Bizcarrondo, Marta. “Queridos camaradas. La Internacional Comunista y España, 1919-1939”; Ed. Planeta DeAgostini Barcelona 2006 p.56 y para la segunda ver los debates y la resolución italiana adoptada en el presidium de la IC el 28 de enero de 1927 en GASPI 495.2.92 en la que el propio Togliatti y Ruggero Grieco (alias Garlandi) juegan un importante papel.
  22. Dos ejemplos: “Marxism versus socialdemocracy: Address delivered at Plenum Executive Committee of the Young Communist International December 1932” de Bela Kun. De este texto hay una parte en español con el título de «La socialdemocracia contra el marxismo» en “La Internacional Comunista” año II n.º 5. p.29. Véase también “Las transformaciones del socialdemocratismo” de P. Wieden (alias de Ernst Fischer) en “La Internacional Comunista” año VIII n.º 11, noviembre de 1940, p.39.
  23. Vallejo, César “El arte y la revolución” Tomo II de las Obras Completas. Mosca Azul Editores Lima 1973. p.121 Escrito originalmente entre 1929 y 1930 con modificaciones en 1932 y 1934.
  24. Citado en el folleto de la exposición “Una luz dura, sin compasión El movimiento de la fotografía obrera, 1926-1939” del Museo Reina Sofía en 2011.2011005-fol_es-001-fotografia obrera.pdf (museoreinasofia.es) Se da la referencia de que procede de un texto programático de 1930 en “Der Arbeiter-Fotograf”. No se cita fecha y número concreto pero probablemente se trate de «Das Auge des Arbeiters »,en “Der Arbeiter-Fotograf” vol. IV, n° 7, julio 1930.